miércoles, 10 de junio de 2020

La Inteligencia del Cuerpo

"Somos lo que vivimos y pensamos y cambiar nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es la clave para transformarnos"


El científico y biólogo celular Bruce Lipton, en su libro “La Biología de la creencia”, nos enseña “No somos víctimas de nuestra genética, en realidad es el ADN el que está controlado por el medio externo celular”.

Quiere decir esto, que no estamos condicionados para siempre por nuestra genética, que el entorno puede influirnos positiva o negativamente en el crecimiento de nuestras células, condicionando nuestro cuerpo y mente.

Es el entorno de donde la célula recibe todas las señales, incluyendo mensajes energéticos de nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como los negativos. Es lo que se llama epigenética. Epi significa por encima de la genética, más allá de ella.

Somos lo que vivimos y pensamos y cambiar nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es la clave para transformarnos. Es decir, lo que comemos, hacemos, pensamos y sentimos, conforma nuestro cuerpo. Es nuestra manera de vivir y de percibir el mundo lo que cambia nuestra biología celular.

La inteligencia del cuerpo:

  1. Tienes un propósito superior?

  2. Estás en comunión con la totalidad de la vida?

  3. Tu conciencia esta siempre abierta al cambio, percibe momento a momento lo que ocurre en tu entorno?

  4. Aceptas  a los demás como tus iguales, sin prejuicios?

  5. Afrontas cada momento con creatividad renovada, sin aferrarte a lo antiguo, a lo gastado?

  6. Tu ser se mueve a ritmo del Universo, te sientes seguro y atendido?

  7. Tu concepto de eficiencia, es dejar que el flujo de la vida te traiga lo que necesitas, fuerza, control y lucha no son tu procedimiento?

  8. Sientes conexión con tu origen?

  9. Estas comprometido con la generosidad, fuente de toda abundancia?

  10. Valoras todos los cambios, incluso el nacimiento y la muerte, en función de la inmortalidad, lo que menos cambia es lo más real.

Ninguno de estos temas son aspiraciones espirituales, son hechos cotidianos en el plano de la célula.


Propósito Superior:

Cada célula del cuerpo acuerda trabajar bien, trabajar por el bien de todo, el bienestar individual es secundario, si es preciso morirá para proteger al cuerpo, lo que ocurre con frecuencia.

La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las células de la piel mueren por ciento a cada hora, al igual que las inmunológicas, que combaten los microbios invasores.

El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de la célula está en juego.

Comunión: cada célula permanece en contacto con las demás, hay células mensajeras que corren en todas las direcciones para notificar a los puestos avanzados más lejanos, cualquier intención o deseo por pequeño que sea. Retirarse o negarse a comunicar resulta inconcebible.

Conciencia: las células se adaptan a cada momento, son flexibles para responder a cada situación, mantener hábitos rígidos resulta inconcebible.

Aceptación: las células reconocen que cada una es igualmente importante, todas las funciones del cuerpo son interdependientes, realizarlas de manera aislada, resulta inconcebible.

Creatividad: aunque cada célula cumpla funciones específicas, las células hepáticas por ejemplo, realizan 50 tareas distintas, estas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir alimentos que nunca había comido. Concebir pensamientos nuevos o bailar de un modo nunca visto. Aferrarse a conductas anquilosadas resulta inconcebible.

Estar: las células obedecen al ciclo universal de reposo y actividad. Aunque este ciclo se manifiesta de distintas formas, niveles hormonales fluctuantes, presión sanguínea, ritmo digestivo, su expresión más obvia es el sueño, sigue siendo un misterio porque necesitamos dormir, pero si no lo hacemos, sufrimos disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la inactividad, la actividad obsesiva o la agresividad resultan inconcebibles.

Eficiencia: las células operan con la menos cantidad posible de energía, en general solo almacenan tres segundos de alimentos y oxigeno dentro de la pared celular, confían totalmente en que se les proveerá. El consumo excesivo de alimentos, aire o agua resulta inconcebible.

Conexión: debido a su herencia, genética común, las células saben que en esencia son iguales, el hecho de que las células hepáticas sean diferentes de las cardíacas y las musculares de las cerebrales, no contradice su identidad colectiva que es inalterable. En el laboratorio una célula muscular puede transformarse genéticamente en célula cardíaca, refiriéndola a su origen genérico. Las células saludables permanecen vinculadas a su origen sin importar cuantas veces se dividan. Vivir en aislamiento resulta inconcebible.

Dar: la actividad principal de la célula es dar, lo que mantiene la integridad del resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.

Inmortalidad: la célula se reproduce para transmitir a su descendencia, sin restricciones. Su conocimiento, experiencia y talento es una clase de inmortalidad práctica. Someterse a la muerte en el plano físico pero vencerla en lo no físico. La brecha generacional resulta inconcebible.

Nuestro dialogo interior afecta a cada célula de nuestro cuerpo....¿que estas pensando en este mismo instante?” LOUISE L. HAY



Os dejo una interesante reflexion de compañeros de UCDM


"REFUERZA TU SISTEMA INMUNITARIO"

Sonríe, el cerebro se oxigena, los músculos se relajan, la piel se estira, las endorfinas florecen por todo el cuerpo y el corazón se ensancha de alegría.

El miedo aprisiona, nos quita el aliento y nos debilita, es caldo de cultivo de la enfermedad.

La despreocupación nos mantiene en un estado de paz y calma.

Bailar, reír y cantar, nos ayuda a mantener la paz, nos estimula y refuerza nuestras defensas.

Las células sienten nuestro estado de ánimo. Y reaccionan a él. En nuestra mente sólo mandamos nosotros, somos dueños soberanos. La paz es un estado interno. No deje que el exterior te afecte.

La reacción depende exclusivamente de nosotros. No hay nada que temer. Sólo al propio temor. Pero soy yo únicamente quien decide darle o quitarle poder.

Tenemos el poder. No renunciemos a él. Decidamos mantener la calma, sonreír, pensar positivo. No es fácil ni difícil, es una elección.

Respiremos lenta y profusamente. Al soltar el aire... Soltemos el temor y la preocupación...
Repitamos el ejercicio las veces que haga falta.

Respiraciones lentas y pausadas contribuyen a traer paz y calma.

Respiremos por la ventana y sintamos el aire limpio y fresco...

No hay nada ajeno a ti, tienes el poder". 

Manuel González Bedmar

Acompañante del Perdón


Lectura Recomendada:

La Biología de la Creencia – Bruce Lipton. Descargar

Un curso de Milagros - Libro de Helen Schucman

Vídeo Youtube:  La inteligencia del cuerpo


miércoles, 3 de junio de 2020

El Silencio y la palabra de Oro


“El silencio es un amigo que jamás traiciona.” Confucio



"Hoy decido aquietarme con más conciencia y así, escuchar la Voz en mi Interior.
Deseo con todo mi corazón escuchar a la Guía de mi Ser que me habla desde el silencio y la confianza para guiarme. Ahora puedo dejar de seguir caminando entre las sombras y de hacer las cosas por mi cuenta. Hoy acepto la Guía de mi Ser interior. Hoy la propuesta es aceptar la Guía del Amor". 

 “Sólo necesitas estar muy quieto. No necesitas ninguna otra regla que ésta” (9:1-2). “Sólo necesitas estar quieto y escuchar” (9:3). “Su Voz espera tu silencio, pues Su Palabra no puede ser oída hasta que tu mente se haya aquietado por un rato y tus vanos deseos hayan sido acallados” (6:2). Desde la quietud, su Voz es clara y diáfana. Su mensaje nos habla de Unidad, de Amor, de Paz, de Abundancia y Perfección. Su Voz es inconfundible, pues cualquiera otra voz que no proclame este mensaje, no procede de Él.

Y es en el silencio, cuando aquietas tu mente, que puedes descansar, escuchar los sonidos de la naturaleza, los latidos de tu corazón, donde reside tu segundo cerebro, no el mental, sino el que reacciona a las emociones, como cuando algo te gusta y te sientes feliz, o cuando te enfrentas a una situación que te produce tristeza. Esos sentimientos no salen de tu mente, si no de tu corazón, muchos de los maestros espirituales nos guían a aprender a escuchar al corazón, nunca falla, no te confunde con tus creencias, opiniones, o pensamientos, no se pueden manipular los sentimientos, es lo más puro que tenemos en nuestro interior, no se puede simular la alegría, fingir la tristeza, fingir el amor, se siente o no se siente.

Por eso, aprende a escuchar en el silencio lo que te dice tu corazón, cuando te enfrentes a una situación difícil y necesites tomar una decisión, pon tu mano en el corazón, en silencio tus pensamientos, cierra tus ojos y pregúntale que es lo mejor para ti. No falla, lo que pasa es que nuestros pensamientos o el ego, lo sustituyen en un 95%, condicionan nuestras decisiones y le hacemos caso a todas esas creencias e ideas preconcebidas, cuando siempre ha estado muy cerca de nosotros, en nuestro YO interior están las respuestas a todas nuestras preguntas.

¿Por qué debo escuchar a mi corazón?
“Porque no conseguirás nunca mantenerlo callado. E incluso si finges no escuchar lo que dice, él estará dentro de tu pecho, repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.”. El Alquimista – Paulo Coelho

Acalla tu mente y encontrarás a tu corazón.


Lectura Recomendada:
Un curso de Milagros - Lección 125 - Libro de Helen Schucman
El Alquimista – Paulo Coelho leer online gratis